Fisicamente, las clases de Kundalini Yoga incrementan la capacidad innata auto curativa del cuerpo, aumenta la respuesta nerviosa a situaciones requeridas por el ambiente, al activar el balance y el voltaje del sistema nervioso. La función endocrina es optimizada a través de la estimulación glandular que nos dan los ejercicios y las respiraciones, ayudándonos a mantener un nivel de energía constante, y a crear balance emocional. Las distintas kriyas permiten que todos los sistemas del cuerpo entren en un ritmo de equilibrio. Hay kriyas para el balance nervioso, para la desintoxicación , kriyas para fortalecer las funciones de cada órgano y glándula del cuerpo.
Mentalmente, el cambio en el nivel de ansiedad que una persona puede estar experimentando es notable. A través de patrones específicos de respiración, podemos calmar el miedo y la preocupación, desarrollar la intuición al fomentar el equilibrio en el funcionamiento de los hemisferios cerebrales, y en especial, al estimular el lóbulo frontal del cerebro, el área más nueva del desarrollo evolutivo cerebral, el cual nos da la capacidad de ser auto concientes e ir más allá de lo impulsivo. En relación a la depresión, la visión de Kundalini Yoga, es elevar el nivel energético de la persona. Esa es la forma en que ayudamos a que una persona pueda ir más allá de estados depresivos, fomentando la fuerza de voluntad y el nivel de energía, podemos desarrollar fuerza mental y desapego a través de la meditación, lo que permite a cada persona hacerse conciente de la secuencia de los propios pensamientos, y entender la secuencia pensamiento – emoción – deseo- acción. De esa forma, la persona puede transformar los viejos patrones y crear nuevos hábitos positivos que ayuden a sostener su cambio.
La Espiritualidad, puede definirse como la capacidad de ir más allá de uno mismo, sea lo que sea que tu mente está viviendo en ese momento o proveniente de tu pasado. Aprendes a ir más allá del dolor y encontrar un potencial antes desconocido de ti mismo, al cambiar el hábito de apegarse a emociones negativas.
Esta energía extra, antes desperdiciada en atasco emocional, ahora está disponible para que la persona pueda cambiar y manifestar en si misma, aquellos valores que desea para su vida. Cuando estos se practican y se logran manifestar en acciones, desarrollamos virtudes, que es la cristalización de hábitos positivos, los cuales más y más nos permiten expresar nuestra verdadera identidad.
TU cuerpo es un templo, cuídalo. Tu mente es energía, dirígela. Tu Alma es proyección, represéntala.